Ejercicio y actividad física en la lucha contra el sedentarismo

Agustín Santamaría Pérez

11/19/20243 min read

Actualmente en España (2024) tan solo el 48% de la población adulta realiza algún tipo de ejercicio físico, lo que significa, que mínimo el 52% es sedentario. Con mínimo me refiero a que realizar algún tipo de ejercicio físico no te exime de ser sedentario. Para ello, entender la diferencia entre ejercicio físico y actividad física es esencial.

Actividad física, se refiere al conjunto de actividades diarias que requieren un gasto calórico pero que no tienen una intensidad mínima (dificultad en el habla mientras se realiza por ejemplo), entre ellas pueden estar desplazamientos a pie o subir escaleras.

Ejercicio físico o entrenamiento, son las actividades que si me requieren un mínimo de intensidad y esfuerzo, deben estar planificadas y tener un objetivo de rendimiento o salud concreto.

Por esto, que el 48% de la población española en 2024 realice algún tipo de ejercicio físico no significa que no sean sedentarios, ya que si se realizan 2-3 horas de ejercicio físico a la semana (que también está muy bien) pero el resto del día se pasa en una condición de sedentarismo, estas personas también tendrán riesgo de padecer algún tipo de enfermedad asociada al sedentarismo.

El ejercicio y la actividad física en contra de lo que ocurre con el sedentarismo:

-Mejoran la condición cardiorrespiratoria, es decir, mejorará el funcionamiento del sistema cardiovascular y respiratorio que lo notarás en cosas tan sencillas como no cansarte al subir a un piso tercero.

-Mejoran la función neuromuscular. Por suerte, ya son muy populares los beneficios que genera el entrenamiento de fuerza sobre todo a partir de cierta edad para mejorar la calidad de vida y la prevención de pérdida de masa muscular.

-Mejoran el estado emocional. No significa que sea la cura contra la depresión y el ansiedad que se han convertido en una pandemia en los últimos años, si no que las personas que lo practican tienen menos riesgo de padecerla o incluso si ya la padeces, hacer que sea de menor gravedad mejorando así su pronóstico.

-Mejoran el perfil metabólico. Previene y es una gran herramienta para el tratamiento de la diabetes tipo 2, síndrome metabólico, sobrepeso y cualquier tipo de enfermedad de origen metabólico.

-Mejoran la experiencia de dolor. Actualmente el ejercicio y la actividad física son el tratamiento conservador con más evidencia científica para el dolor persistente y/o crónico.

Evidentemente a día de hoy quien no realiza ejercicio físico (probablemente) no es por desconocimiento de sus beneficios, si no por otras muchas razones, por ello, te dejamos algunas recomendaciones para comenzar tu práctica.

-Empieza poco a poco, que tu objetivo únicamente sea hacer mañana un poco más que hoy.

-Plantéatelo como un hábito de vida, no como un estrés más.

-Busca ayuda de un profesional, te ayudará a encontrar tu forma de comenzar y a guiarte para evitar la frustración.

-Prueba diferentes actividades hasta encontrar la que más te apetezca, recuerda que queremos convertir esto en un hábito no en un castigo.


-Recuerda que 10´ de ejercicio al día es más que nada, aunque pienses al principio que eso es insuficiente, mejor empezar poco a poco que nunca empezar.

En resumen, tenemos que entender que comenzar a hacer ejercicio o actividad física más de lo que solemos hacer, es un cambio, por lo tanto como todo cambio necesita de un esfuerzo y una motivación determinadas, pero como con todo cambio necesitamos hacerlo poco a poco para poderlo hacer sostenible en el tiempo.