El ejercicio físico y los hábitos saludables como pilares en la reincorporación laboral tras el cáncer.

Jesús Sutil Jiménez

1/23/20254 min read

El diagnóstico y tratamiento del cáncer son procesos que impactan en todos los aspectos de la vida de una persona. Sin tener en cuenta las implicaciones médicas , los pacientes sufren cambios físicos, emocionales y sociales que afectan su calidad de vida, entorno y mundo laboral. La reincorporación al trabajo tras un tratamiento oncológico puede ser un desafío, pero también una oportunidad para reconstruir la confianza, las rutinas y el bienestar general. En este contexto, el ejercicio físico y los hábitos saludables emergen como herramientas esenciales para facilitar esta transición.

El impacto del cáncer en la vida laboral

Los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia, la radioterapia y las cirugías, pueden dejar secuelas tiempo después de haber finalizado el proceso. Entre los efectos más comunes se encuentran:

  • Fatiga crónica : Esta sensación persistente de agotamiento, que no mejora con el descanso, afecta a la mayoría de los pacientes y es un obstáculo clave para retomar la vida laboral.

  • Sarcopenia y pérdida de fuerza muscular : La reducción de masa y funcionalidad muscular limita la movilidad y la capacidad de realizar tareas físicas, especialmente en trabajos que requieren esfuerzo físico.

  • Impacto psicológico : La ansiedad, la depresión y el miedo a la caída son frecuentes en sobrevivientes de cáncer, interfiriendo en su rendimiento laboral y social.

Por ello, es crucial para la recuperación de estos pacientes buscar y crear cualquier estrategia para facilitar el regreso al trabajo debe abordar tanto los aspectos físicos como los psicológicos.

El papel del ejercicio físico en la rehabilitación oncológica

El ejercicio físico es una intervención probada y respaldada por evidencia científica para mejorar los efectos secundarios del cáncer y facilitar la adaptación laboral. Entre sus principales beneficios se encuentran:

  1. Rehabilitación física :

  • Fortalecimiento muscular : Programas de entrenamiento de fuerza han demostrado ser efectivos para recuperar la masa muscular perdida durante el tratamiento. Esto es fundamental para mejorar la movilidad, la funcionalidad física y prevenir discapacidades​.

  • Reducción de la fatiga : El ejercicio moderado, como caminar o montar bicicleta, ayuda a combatir la fatiga crónica, mejorar la circulación y el metabolismo energético.

  • Prevención del linfedema : En pacientes con linfedema relacionado con el cáncer, el ejercicio supervisado ayuda a mejorar el drenaje linfático sin aumentar el riesgo de complicaciones Linfedema​.


  1. Beneficios psicológicos :

  • Reducción de la ansiedad y la depresión : El ejercicio estimula la producción de endorfinas y serotonina, hormonas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.

  • Aumento de la autoestima : Al mejorar la capacidad física y la imagen corporal, los pacientes recuperan confianza en sí mismos y se sienten más preparados para afrontar los retos laborales.

  1. Mejor tolerancia al tratamiento :

Estudios han demostrado que los pacientes esencialmente activos durante el tratamiento oncológico presentan una menor incidencia de efectos secundarios graves, lo que les permite retomar sus actividades cotidianas más rápidamente.

  1. Prevención de recaídas :

La actividad física regular se asocia con una reducción significativa del riesgo de recurrencia en tipos de cáncer como el de mama y colon, contribuyendo a una mayor supervivencia a largo plazo.


La importancia de los hábitos saludables.

Además del ejercicio, la incorporación de hábitos saludables desempeña un papel crucial en la rehabilitación y la reincorporación laboral:

  • Alimentación equilibrada : Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y ácidos grasos esenciales apoya la recuperación del sistema inmunológico, mejora los niveles de energía y reduce la inflamación.

  • Sueño reparador : Dormir bien es clave para la recuperación física y mental, especialmente en pacientes que enfrentan fatiga crónica e insomnio relacionados con el tratamiento.

El papel de las empresas en la reincorporación laboral

La reincorporación exitosa de un trabajador que ha superado el cáncer no solo depende del individuo, sino también del apoyo brindado por el entorno laboral. Las empresas pueden desempeñar un papel crucial al implementar herramientas y políticas que favorecen este proceso:

  1. Flexibilidad laboral :

Permitir horarios adaptados o teletrabajo puede ser fundamental durante las primeras etapas del retorno al trabajo.

  1. Programas de bienestar físico y emocional :

Incorporar gimnasios en la empresa o convenios con centros deportivos puede facilitar la continuidad del ejercicio físico. Además, ofrecer acceso a servicios de apoyo psicológico es una excelente herramienta para ayudar a los empleados a manejar las secuelas emocionales.

  1. Capacitación para directivos :

Sensibilizar a los líderes sobre las necesidades específicas de los empleados que han superado el cáncer permite una integración más empática y efectiva en el equipo de trabajo.

  1. Manual de reintegración laboral :

Proveer guías prácticas para empleados y trabajadores ayuda a establecer expectativas claras y definir el rol del equipo en la recuperación del trabajador.

Conclusión

El ejercicio físico y los hábitos saludables son herramientas fundamentales para mejorar la salud física, mental y emocional de las personas: son pilares muy importantes en la reconstrucción de la confianza, la funcionalidad y el bienestar integral de las personas que han superado el cáncer.

Desde mi punto de vista las empresas tienen un papel fundamental en este proceso, ya que en la actualidad pasamos gran parte de nuestro día en el trabajo. Junto con la familia y amigos, la empresa forma parte de nuestro entorno. Como hemos comentado anteriormente el entorno es fundamental para una recuperación efectiva del paciente. Las empresas deben ver estos momentos como una oportunidad de crecer como empresas, aportar valor humano y de fomentar una cultura organizacional más inclusiva y solidaria, al tiempo que se impulsa la productividad y la retención del talento.

Invertir en programas y estrategias basadas en evidencia no solo beneficia al individuo, sino que fortalece al equipo y al entorno laboral en su conjunto. El retorno al trabajo puede ser un desafío, pero también un paso crucial hacia una vida plena y saludable, en la que cada pequeño esfuerzo cuenta.

Referencias 

Elena H.Agudo. (2022). Guía de tratamiento integrativo del cáncer. OnerQi

González García, C. (2022). Descifrando el papel del entrenamiento interválico de alta intensidad en el cáncer de mama: revisión sistemática . Universidad de Murcia. Retos, número 44, 136-145